El hombre que acaricia con la palabra
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Fue el mestizaje, heredado de sus padres, un elemento recurrente en la poesía de Nicolás Guillén. Inspirado por un profundo conocimiento y sentido de identidad con la gente sencilla; desde su condición de mulato expresó con un peculiar sentido rítmico esta temática, en un contexto social y político que manifestaba la dura opresión y servidumbre que sufría el pueblo.
En sus trabajos trató el tema del afroamericano en Cuba como ningún otro autor lo había hecho. En ellos retrata a los negros, marginados, con sus características únicas de dicción y vocabulario dentro del ritmo folklórico del son.
También incursionó en la realización de composiciones musicales de corte poético; donde tocó la esencia cultural de los cubanos. Identificó sus ritmos y sonidos, los que pronto se exportaron a los Estados Unidos para dominar, por muchos años, el ambiente musical.
Con su primera colección de 8 poemas denunció los prejuicios que argumentaban la supremacía blanca en la Isla y se convierte en el exponente de la cultura y el sentimiento del pueblo.
El poeta vislumbró la Revolución Cubana. El líder Fidel Castro Ruz y su impronta lo conmovieron, por lo que en más de una oportunidad dejó constancia de esa admiración tanto en su prosa como en su poesía.
Así lo distingue en “Canta el sinsonte en el Turquino” con su memorable estrofa: Buenos días Fidel/ Buenos días bandera/Buenos días escudo; y en el poema “Se acabó”, donde recrea toda su cubanía y compromiso con la revolución triunfante: Te lo prometió Martí/ y Fidel te lo cumplió/; ay, Cuba, ya se acabó. El pueblo cubano hizo suyos estos versos donde Guillén dejó extraordinario testimonio del eterno legado del Comandante en Jefe.
En 1981 Fidel puso en el pecho del gran bardo la Orden José Martí, máxima distinción que otorga el Gobierno a personalidades cubanas o de otros países que hayan contribuido de forma extraordinaria en la educación, la cultura, las ciencias y el deporte.
Fidel siempre confió en las cualidades intelectuales y patrióticas del insigne poeta, a quien también acompañó cuando recibió la Orden Félix Varela, de primer grado, junto con otros prestigiosos intelectuales de la Patria; y en la entrega del Premio Mundial de Poesía Asan, otorgado por Asan Memorial Association, de Kerals, India, en un acto solemne efectuado en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba al que asistió Gabriel García Márquez.
Comprometida con el legado literario y social de Nicolás Guillén, en la Fundación que lleva su nombre, se perpetúan sus valores de equidad y justicia social. Al mismo tiempo, este espacio contribuye a la formación de hombres y mujeres como sujetos sociales responsables y comprometidos con el desarrollo cultural y social de su territorio.
Estudios académicos, realizaciones artísticas y acciones socioculturales comunitarias para el estudio y la difusión de su obra y pensamiento, visibilizan el quehacer de esta entidad.
Al conmemorarse el aniversario 122 de su natalicio, recordamos a Nicolás Guillén más vivo que nunca. La calidad y naturaleza de sus poemas lo encumbran para todos los tiempos como el Poeta Nacional de Cuba.