Sin lugar a dudas uno de los más grandes admiradores de la mujer cubana, de su valentía, virtudes, lealtad, patriotismo y entrega, lo fue nuestro inolvidable líder Fidel Castro Ruz.
 
Contó con ellas en todos sus planes insurreccionales, desde antes del Moncada, durante la clandestinidad, la lucha en la Sierra Maestra, en la construcción de una nueva sociedad y después del triunfo de la Revolución en misiones tan delicadas como en la seguridad del estado, las fuerzas armadas, donde también cumplieron misiones internacionalistas. Esto sin tener en cuenta la gran cantidad de compañeras que se desempeñan en el campo de las ciencias, la agricultura, el deporte, la medicina donde miles de mujeres médicos, enfermeras y técnicos han ido a prestar sus servicios a lugares remotos de este planeta, dejando a sus hijos al cuidado de padres y esposos.
 
Se puede afirmar que a partir del momento en que Fidel puso en manos de la compañera Vilma Espín Guillois, la dirección del trabajo con la mujer, se desataron las fuerzas de un verdadero huracán femenino que se mantiene hasta la fecha en proceso de ascenso. Esto se verifica fácilmente si tomamos en consideración que hoy el 55,74 % de los miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular son mujeres, el 44,12% son delegadas de circunscripciones, el 45,7 % son presidentas de los consejos populares el 50% son presidentas de las asambleas municipales en tanto que un 58,3 % son vicepresidentas de dichas asambleas. También son numerosas las que ostentan el cargo de gobernadoras, vice gobernadoras y primeras secretarias del Partido en las provincias, y municipios así como en otros cargos de gran responsabilidad en el país, como lo es la dirección de la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, o en otros tan delicados como lo son las viceministras de los Ministerios de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior e Inversión Extranjera. Una destacadísima compañera ostenta ese cargo a nivel de Estado, Inés María Chapman Whaug. También son ministras y viceministras en otros organismos de la administración central del Estado. Eso sin ponderar que la mayoría de los docentes en todos los niveles de enseñanza también son féminas.
 
Las cubanas con su entrega ilimitada a la obra de la Revolución han validado su derecho a entrar en la historia, como pidió nuestra precursora en la lucha por los derechos de la mujer cubana, la patriota Ana Betancourt de Mora quien mediante una carta presentada ante la asamblea de Guáimaro (10 de abril de 1869), solicitó el derecho de nuestras mujeres a la igualdad, el cese de la explotación femenina y el derecho de defender a la patria en palabra y acción.

Es extraordinario conocer mediante las intervenciones de Fidel en los Plenos y Congresos de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), como fue cambiando la concepción y las ideas discriminatorias que la Revolución encontró sobre el papel y desenvolvimiento de las mujeres a lo largo de los 38 años seleccionados como límite para este compendio, que sigue un orden cronológico y nos va demostrando, gradualmente como se fue tomando conciencia tanto por los cubanos y cubanas de la necesidad de eliminar los perjuicios que sobre ellas existían en nuestro país y que heredamos de la vieja sociedad esclavista y que la capitalista no hizo más que acentuar. Pasaron muchos años antes de que el llamado de la patriota Ana Betancourt se hiciera realidad. Solo la Revolución fue capaz de propiciar y crear las condiciones para que las cubanas conquistaran plenamente sus derechos.
 
La celebrarse el día Internacional de Mujer y tomando en cuenta que la Revolución cubana se encuentra en un momento similar a la fase que sucedió a la desaparición del campo socialista y la implementación del “período especial” en nuestro país, es muy válido recordar las ideas de Fidel sobre las mujeres cubanas y su inquebrantable fe y confianza en su papel. Por su importancia seleccionamos fragmentos de sus discursos que abordan profundamente este tema:

Excelentes soldados

“Porque está demostrado que no solo pelean los hombres, sino pelean las mujeres también en Cuba y la mejor prueba es el Pelotón Mariana Grajales, que tanto se distinguió en numerosos combates. Y las mujeres son tan excelentes soldados como nuestros mejores soldados hombres…Yo quería demostrar que las mujeres podían ser buenos soldados. Al principio la idea me costó mucho trabajo, porque existían muchos prejuicios y había hombres que decían que cómo mientras hubiera un hombre con una escopeta se le iba a dar un fusil a una mujer. ¿Y por qué no? … Y yo quería demostrar que las mujeres podían ser tan buenos soldados y que existían muchos prejuicios…con relación a la mujer, y que la mujer es un sector de nuestro país que necesita también ser redimido, porque es víctima de la discriminación en el trabajo y en muchos otros aspectos de la vida…Organizamos las unidades de mujeres, que demostraron que las mujeres pueden pelear, y cuando en un pueblo pelean los hombres y pueden pelear las mujeres ese pueblo es invencible”.
 
Alocución al Pueblo de Cuba, Santiago de Cuba, 1º de enero de 1959. “Año de la Libertad”
 
La mujer se incorpora a la vida económica

“Entendemos realmente, que con la Revolución ha ido desapareciendo una de las formas de discriminación más injustas que había: la discriminación de la mujer, esa de la cual no se hablaba pero que estaba latente, subsistía y pesaba de una manera tremenda sobre la mujer en nuestro país…Y hoy es muy distinto, es una gran satisfacción de la Revolución saber que esas ideas van quedando atrás, que ese amargo destino para la mujer va quedando atrás, que la mujer se incorpora a la vida económica, a la vida cultural, a la vida social a través de la Revolución, que tiene un papel cada vez más activo y tiene un lugar cada vez más decoroso en la sociedad.”
 
“…Cada vez es mayor el número de mujeres que se incorpora a carreras como las de medicina, arquitectura, tecnológicas y científicas, una serie de actividades que antes eran casi exclusivas de la población masculina… Eso gracias al aporte de la mujer a la Revolución, gracias a la pasión de las mujeres cubanas por la Revolución. Y como parte preterida de la sociedad, igual que lo era el campesino, el obrero, el negro, la mujer por eso apoya la Revolución, defiende la Revolución y trabaja en la Revolución”.
 
Discurso en la III Plenaria Nacional de la Federación de Mujeres Cubanas, Isla de Pinos 19 de febrero de 1965 “Año de la Agricultura”
 
La mujer es el taller natural donde se forja la vida

“Y la naturaleza hizo a la mujer más débil físicamente, pero no la hizo inferior al hombre moral e intelectualmente. Y la sociedad humana tiene el deber de impedir que esa diferencia de fortaleza física pueda convertirse en una causa de discriminación de la mujer…Pero la mujer tiene otras funciones también en la sociedad. La mujer es el taller natural donde se forja la vida. Son por excelencia las creadoras del ser humano. Y digo esto porque lejos de ser objeto de discriminación y de la desigualdad, la mujer merece especiales consideraciones de la sociedad…
 
…porque hay algo que debemos tener muy presente. Que la lucha por la igualdad y la plena integración de la mujer a la sociedad, no se convierta jamás en causa de desconsideración hacia la mujer; no signifique jamás la pérdida de los hábitos de respeto que merece toda mujer…Si en la sociedad humana ha de haber algún privilegio, si en la sociedad debe haber alguna desigualdad, deben ser algunos pequeños privilegios y algunas pequeñas desigualdades  en favor de la mujer”.
 
Discurso en el II Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas. La Habana 29 de noviembre de 1974, “Año del XV Aniversario”
 
Las mujeres cubanas han llenado páginas inolvidables

“Cuando se crearon las Milicias de Tropas Territoriales… disponíamos de una enorme masas de mujeres en plena juventud, en óptimo estado de salud, que no estaban incorporadas orgánicamente a la defensa del país. Fue la incorporación de la mujer a la defensa, uno de los factores que más contribuyó al desarrollo de nuestra concepción y a la multiplicación de nuestras fuerzas. En la actualidad, el 48% de las Milicias de Tropas Territoriales está constituido  por mujeres; algo más de 20,000 mujeres han sido preparadas como cuadros de mando, y según noticias de diversas regiones del país y de las apreciaciones de los compañeros del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, reflejan notables cualidades y notable capacidad para el cumplimiento de las tareas asignadas. He aquí una prueba de lo que significa la incorporación de las mujeres a la Revolución en todos los campos… La mujer ha cumplido también con extraordinaria dignidad y valentía importantes misiones internacionalistas. Pienso que en el cumplimiento de estas misiones, las mujeres cubanas han llenado páginas inolvidables, honrosas y gloriosas en muchas partes del mundo…”
 
Discurso en el lV Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas. Teatro Karl Marx, La Habana 8 de marzo  de 1985. “Año del III Congreso”
 
No podemos permitir que se desalienten las mujeres

“Es muy importante la comprensión de que la mujer es una fuerza política tremenda¸ y hoy más que nunca la Revolución necesita del apoyo de las mujeres en la medida que tenemos tiempos más difíciles más apoyo. No podemos permitir que se desalienten las mujeres, que se sientan relegadas, que se sientan que ya no hay el mismo ardor en el combate por la justicia. Hoy debe haber más. Todo nuestro pueblo y todas nuestras instituciones, Partido, Gobierno, organizaciones de masas, Juventud Comunista, hoy más que nunca tienen que ser revolucionarios, porque hoy más que nunca muchas cosas amenazan al espíritu revolucionario”.
 
“Tenemos la más absoluta convicción de que las mujeres, de una manera sencilla y natural como quería Martí, estarán en el lugar que le corresponde en esta etapa heroica y gloriosa, la más heroica y la más gloriosa que hemos vivido en nuestra historia…”
 
Discurso en el VI Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, Palacio de las Convenciones, La Habana, 3 de marzo de 1995, “Año del Centenario de la Caída en Combate de José Martí”
 
La mujer supo estar presente en los momentos cruciales

“Ya están lejanos en el recuerdo, pero muy presentes en las vivencias de todos los que vivimos en la sociedad cubana anterior al triunfo de la Revolución, aquellos tiempos en que ser mujer significaba sufrir como nadie en carne propia la explotación y la discriminación de todo tipo. Pero a pesar de esa carga injusta y onerosa que pesaba entonces sobre sus hombros, la mujer supo estar presente en los momentos cruciales de la lucha de los cubanos por su mejor destino, y contribuir de manera destacada a la obra creadora del pueblo en todas sus manifestaciones…
 
Con la Revolución llegó para siempre la dignificación plena de la mujer cubana. Fueron las oportunidades y el ambiente de igualdad y respeto creados por la Revolución los que le permitieron a ella explotar cabalmente sus inagotables potencialidades como ser humano, y llegar así a ocupar el lugar que justamente les corresponde en nuestra sociedad, sin discriminación ni menoscabo.
 
Por otra parte, sin la mujer la obra ingente de la Revolución no habría sido posible. A lo largo de estos años difíciles, no ha habido tarea económica, social y política, no ha habido logro científico, cultural y deportivo, no ha habido aporte a la defensa de nuestro pueblo y de la soberanía de la Patria que no haya contado con la presencia invariablemente entusiasta y patriótica de la mujer cubana. Nadie como ella ha hecho los mayores sacrificios en el Período Especial que estamos aun viviendo, ni se ha empinado tanto hasta convertir en hazaña el esfuerzo cotidiano… Ni la palabra ni los homenajes, pueden reflejar en su justa dimensión la grandeza de la mujer cubana, ganada a fuerza de su ejemplo incomparable… Ante las grandes tareas de hoy, y frente a las constantes amenazas por destruir la obra forjada por nuestro pueblo con su tenaz y heroico esfuerzo, contamos con ustedes, queridas compañeras, convencidos de que en la mujer cubana la Revolución cuenta con uno de destacamentos más firmes y combativos, y seguros de que con la energía, la sensibilidad, la inteligencia y la decisión de la mujer la Revolución es invencible.”
 
Carta enviada con motivo del Día Internacional de la Mujer, La Habana 8 de marzo de 1997, “Año del 30 Aniversario de la Caída en Combate del Guerrillero Heroico”.
 
En Fotos, Fidel y las mujeres cubanas