Un intelectual extraordinario
Más de una vez le dije: «Usted no es solo un guerrillero, usted es un intelectual», y no le gustaba que le dijeran eso. Por supuesto que era un intelectual de primer orden. Antes de la Revolución sus artículos en Bohemia eran fenomenales, los que publicaba en la prensa, en otros lugares, y los que siguió publicando hasta el final. Lamento que no haya aceptado mi sugerencia, pero era un intelectual extraordinario. Fidel también era un buen lector de poesías. Incluso, a cada rato en sus discursos mencionaba poemas, y en una ocasión mencionó unos versos de Espronceda, la Canción del pirata:
Y si caigo
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
de un esclavo
como un bravo
sacudí.
Y yo le dije después que lo oí: «Comandante, ¿y esa cita de poesía?». «Parece mentira que me lo preguntes, con la poesía se puede decir todo». Varias veces citaba poemas y recordaba muchos versos, sobre todo de cuando estudió con los jesuitas.