¡A la carga contra Prío! (Segunda parte)
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Otra enérgica denuncia de Fidel contra el gobierno de Carlos Prío Socarrás publicó el periódico Alerta el 4 de marzo de 1952. Bajo el título «Hago a Prío responsable de nuestra tragedia ante la historia de Cuba»,1 el rotativo daba a conocer el «Informe de Fidel Castro al Tribunal de Cuentas», donde el abogado acusaba al presidente.
Esta nueva inculpación, de parte de quien ya representaba la conciencia pública de la nación comenzaba así:«Al Tribunal de Cuentas acudo en patriótica llamada. Cuba […] vuelve desesperada sus ojos para pedir de Uds. el milagro que pueda salvarla del derrumbe constitucional y moral que la amenaza […] La crisis de autoridad y la ola de sangre fratricida de su actual desarrollo, tiene como causa fundamental y única el afán desenfrenado de medrar a costa del patrimonio del Estado».
Refería Fidel que grupos llamados revolucionarios —«arrastrados por un equivocado concepto del heroísmo y de revolución», pero «carentes de contenido ideológico y social»— que habían acompañado a Prío durante su campaña electoral, tras el ascenso de este al poder, habían quedado conformados como pandillas gansteriles y, tras la matanza de Orfila,2 habían iniciado una «guerra sin cuartel», financiada por «políticos sin escrúpulos». Revelaba el abogadoque Prío no era «ajeno al trato con las pandillas», que había subido al poder «saturado de compromisos»y que, aunque había sancionado la Ley No. 5 de noviembre del 48, llamada «ley contra el gangsterismo», él mismo la había hecho trizas y entrado en tratos amistosos con todas esas bandas; que su secretario Orlando Puente había intervenido en el llamado «Pacto de Grupos», mediante el cual el presidente compraba la paz mediante concesiones. Y exclamaba Fidel indignado: «¡Más de dos mil puestos!».
A continuaciónrelacionaba cómo se habían distribuido las «botellas», precisando la cantidad de puestos entregados a cada jefe, según su fuerza, para «[…] un total, según datos que obran en mi poder, de 2120 puestos que se cobran sin prestar servicios en los ministerios Salubridad, Trabajo, Gobernación y Obras Públicas». Y añadió: «[…] Pero hay algo más, y más grave todavía, el dinero se les da directamente en efectivo desde el Palacio Presidencial».
Y cuestionaba Fidel: «¿De dónde sale este dinero? Investíguese. Lo más desastroso de todo es que ni aun así Carlos Prío pudo implantar el orden: Compró paz y le vendieron atentados, compró tregua y le vendieron balaceras y muertes […]», pues los grupos no quedaron satisfechos con la distribución y convirtieron el Palacio «en un verdadero mercado de cadáveres».
Volvió Fidel a la carga con el asunto de los soldados del Ejército obligados a trabajar como esclavos por un sueldo miserable en las fincas de Prío y los peones del campo, alistados como soldados, por un salario muy por debajo del que les correspondía y forzados a trabajar en condiciones aún peores. Relacionó nombresy ofreció datos de los que habían perdido la vida en esos menesteres; escribió de sus protestas. También se refirió a los equipos de Obras Públicas empleados en las fincas del presidente. Soldados y equipos aparecían en las películas que puso, como pruebas, a disposición del Tribunal.
Concluyó Fidel su denuncia exigiendo de los magistrados que pusieran fin a «ese chorro de oro que alimenta el chorro de sangre fratricida que corre por las calles de la capital. Sin dinero para los grupos no habrá más atentados. Las pistolas con que matan, las paga Prío […] Los hombres que matan, los sostiene Prío. Yo lo acuso ante este Tribunal y lo hago responsable de nuestra tragedia ante la Historia de Cuba, aunque tenga que rubricar con mi sangre el deber imperativo de mi conciencia. La suerte de la Patria está en vuestras manos, honorables magistrados del Tribunal de Cuentas».
Una vez más, con valor y a riesgo de su vida, se enfrentó Fidel a la corrupción que caracterizaba al gobierno de Prío. Acudió al Poder Judicial en reclamo de justicia para la nación, vejada por la desvergüenza oficial.
Referencias:
Fidel Castro: «Hago a Prío responsable de nuestra tragedia ante la historia de Cuba», en Antología de documentos y discursos, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2016, pp. 41-50. Todas las citas proceden de este artículo.
El 15 de septiembre de 1947 tuvo lugar la matanza de Orfila, en Marianao, violento combate, cuyo saldo fue de seis muertos y numerosos heridos.