Analizar el pensamiento de Fidel implica bucear en su vida y develar la génesis del formidable ideario de quien se convertiría en una de las personalidades más extraordinarias del siglo XX.
 
Como se sabe, el 27 de septiembre de 1945, recién cumplidos sus diecinueve años, ingresó en la escuela de Derecho de la universidad capitalina, centro de altos estudios que, por entonces, se hallaba permeado por el gansterismo que dominó la sociedad cubana durante los gobiernos auténticos y su reflejo en los predios universitarios, el llamado «bonchismo».1 Sin embargo, la Colina era también un hervidero de ideas progresistas, y el propio Fidel ha referido que en ella se hizo revolucionario.
 
En las elecciones de la Asociación de Estudiantes de Derecho (marzo-abril de 1946) resultó elegido delegado. Antes de concluir el primer curso, se había integrado a los recién creados comités Pro Democracia Dominicana, Pro Democracia Nicaragüense y Pro Independencia de Puerto Rico, con lo que la solidaridad con las luchas de otros pueblos hermanos enriqueció su universo.
 
Durante su segundo año de estudios, en febrero de 1947, el Directorio Estudiantil Universitario dio a conocer un documento titulado “Al Pueblo de Cuba”.2 Lo firmaban los integrantes del Comité Ejecutivo Central del Directorio Estudiantil Universitario y la primera rúbrica que aparece en el documento, en representación de la carrera de Derecho Civil, es la de Fidel Castro Ruz. He aquí el documento:
 
«Ante el asombroso escarnio que significaron los intentos reeleccionistas de los que escalaron el Poder esgrimiendo principios que han traicionado sin escrúpulos, la Universidad de La Habana vuelve a ponerse de pie. Con dolor pero con firmeza adquieren nueva vigencia la dignidad y el patriotismo de la juventud estudiantil cubana; las razones son obvias puesto que todo el pueblo conoce por experiencia propia los funestos resultados del egoísmo y la prebenda, únicos motivos verdaderos que impulsan el desacreditado plan de reelección Grausista.
 
»Todo el estudiantado se levanta para mantener en alto la gloriosa bandera por la que murieron Mella, Trejo […] y toda esa pléyade de héroes cuyo recuerdo es un imperativo a la rebeldía. Nuestra postura es clara y definida […] El Directorio Estudiantil Universitario hace pública y solemne profesión de fe, y así declara que:
 
»PORQUE consideramos que es un crimen de lesa Patria tratar de cubrirla de sangre, de luto y de ignominia alentando propósitos que darán como resultado seguro la guerra civil.
 
»PORQUE creemos que la idea de la reelección, de prórroga o aun de imposición de candidatos, sólo es capaz de incubarse en las conciencias enfermas de los traidores, de los aprovechados y de los insinceros de siempre.
 
»PORQUE admiramos la historia de la Universidad, porque nos respetamos a nosotros mismos y porque amamos profundamente a nuestra Patria, para la que deseamos bienestar y progreso.
 
»JURAMOS luchar contra la reelección de Grau, aunque el precio de la lucha sea nuestra sangre: “MAS VALE MORIR DE PIE QUE VIVIR DE RODILLAS”».
 
Como puede apreciarse, hay un claro rechazo a la reelección de Ramón Grau San Martín, ex profesor universitario que había llegado al poder por el prestigio emanado de su presidencia durante el Gobierno de los Cien Días, cuando se promulgaron medidas de beneficio popular impulsadas por el ministro de Gobernación Antonio Guiteras Holmes. No obstante, su mandato (1944-1948) causó una profunda decepción. Además, los líderes universitarios, Fidel entre ellos, alzaban a sus mártires como bandera de lucha, porque, como dijera Martí: «Los pueblos viven de la levadura heroica».3
 
 
Referencias:
 
1 Término procedente del inglés bunch (banda, racimo, puñado), fue la expresión del gansterismo dentro de la Colina. Representó el empoderamiento de pandillas o grupos de acción que garantizaban su hegemonía mediante la amenaza y el crimen.
 
2 Publicado en Acción Universitaria, febrero de 1947, año 1, no. 1, p. 3, en Francisca López Civeira y Fabio E. Fernández Batista: Fidel en la tradición estudiantil universitaria, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2016, pp. 152-154.
 
3 José Martí: “Discurso pronunciado en la velada en homenaje a los estudiantes de Medicina”, Tampa, 27 de noviembre de 1891, en Obras completas, t. 4, Centro de Estudios Martianos, La Habana, 2007, pp. 281-286.